2. De cómo las sesiones eran un simulacro de la vida

Puedo decir con seguridad que lo que pasaba en el curso era un ejemplo a pequeña escala de lo que es la vida. Como tal, yo creo que todos pudimos experimentar con nuestro comportamiento, maneras distintas de interactuar con los demás. Además de comprender que el tejido no era solo la actividad que estuviéramos desarrollando en el momento, pudimos ver el mundo como un gran tejido –a veces mal hecho–.

Primero, comenzamos a pensar en el chumbe, en sus usos y significados.


  • Comprendí que a las cosas se les debe prestar atención desde el principio porque cada detalle cuenta.
  • Tejer un chumbe es tejer la historia. Un chumbe es la manera que existe de enredar en el pensamiento la memoria. La necesidad que existe de ligar lo material con lo intangible es muy humana, por eso por ejemplo, se hace tan necesario para las personas atar su identidad con aspectos materiales como la manera de vestir. 
  • Los indígenas del pueblo Nasa nos invitan a pensar el chumbe como una manera de preservar su patrimonio a través de historias que se van contando a medida que se van dibujando ya sea en la trama o en la urdimbre.
  • La manera de tejer una historia que tiene cada uno se ve reflejada en el chumbe. Para mí no fue tarea fácil. Tuve muchos intentos de hacer el chumbe de las maneras que me explicaban distintas personas, pero no pude pasar de la teoría a la práctica. 



  • Con el chumbe empecé a aprender de la paciencia. Me impacientó el no poder empezarlo. Comprendí que la razón de mi afán porque todo me saliera bien al instante no era una motivación de autoexigencia sino más bien por la nota, por no perderla. Porque yo quería darme mi tiempo. Al final, por tiempo, solo concluí el primero. 



Cultivar el pensamiento y la reflexión a través de espacios comunes con actividades manuales, es como hablar con lengua de señas 



Un video casual que muestra que las dinámica del grupo eran propensas a compartir saberes de todo tipo por medio de la conversación y el tejido.

¿Por qué simulacro de la vida? 

Porque lo que te enseña es a construir sociedad con paciencia, con el riesgo a equivocarse pero a aprender de ello. Te quita el miedo a reconocer tus errores y además invita a construir espacios de confianza y apoyo en donde se sabe que no se puede diestra en todo y aprender a un ritmo parejo y sincronizado. Esto ayuda a que las personas que sepan de unas cosas ayuden o apoyen a otras que no tanto.
También, con el ritmo de cada quién, fue posible comprender por qué en la vida como personas integrales necesitamos especializarnos en algo, en lo que hacemos bien. 

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