3. Proceso de encontrar mis raíces

Hilar

La actividad con la que más conecté fue el proceso del hilado. Tanto por que es una actividad que se hace con el uso necesario de una materia prima en su estado más natural, como porque fue la actividad que más sentí como algo propio.


Lo dejé permear en mi vida, le enseñé a hilar a mi familia, mi papá hiló y con él fabriqué dos husos.

Mi mamá me ayudó a limpiar un poco de lana para que yo pudiera hacer hilo. Y mientras tanto le contaba al resto de mi familia, les pedía que me guardaran los huesos del aguacate con el fin de teñir la lana cuando terminara de hilarla. Estos últimos todavía los tengo.



Resalto, además, el carácter ritual que tomó para mí. Me apropié de la actividad de tal manera que no sobraba espacio en el que hiciera un poco de eso.




Red de memoria

Las conversaciones durante las sesiones fueron muy esclarecedoras. Lo que más me parece memorable son las sesiones en las que hacíamos nuestro propio tejido de memoria al escuchar las raíces y las historias de los antepasados de cada persona y contar los nuestros. 

Considero también muy importante la manera en la que Elizabeth nos habló de la tradición oral. No lo hizo de la manera académica que presenta las cosas con indiferencia y mucha teoría, sino más bien desde la apropiación de su patrimonio histórico. 

Aprecio mucho que se haya abierto a nuestra curiosidad, que nos haya dejado preguntarle cosas, que nos haya contado más de una historia sobre su pasado, su pueblo y su manera de ver el mundo. 

Pude captar en un audio una pizca tan solo de las conversaciones que teníamos durante las sesiones en las que construíamos las redes de memoria. 




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